jueves, 23 de junio de 2016

Dudas

Al menos 15 minutos fueron los que me quedé observando una vidriera de castos y no tan castos vestidos de novia, preguntándome porque jamás había soñado con casarme...
Jurar amor eterno como si el futuro tuviera garantías. Sí, era romántico, idílico.
Pero... ¿Para qué prometer algo que uno no sabe si podrá sostener en el tiempo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario