domingo, 31 de julio de 2011

Solía permitirse una incursión en el terreno de lo imposible porque no siempre una certeza era mejor que mil dudas.                      

miércoles, 27 de julio de 2011

Pistas

Procuraba proveer un sin fin de pistas acerca de mis intenciones sabiendo que era en vano. Las mariposas se me agolpaban cada vez que me sonreía y el tiempo se volvía vertiginoso cuando él estaba próximo. Se me metía en los sueños y una implacable inercia me impedía reprimirlos. Durante la vigilia era capaz de deslindar su delgada figura e imaginarlo en infinitas situaciones en las cuales conversábamos sobre lo que estaba excediéndonos y de la nada muchas lágrimas me nublaban la visión. Conocía su tenacidad al respecto.

Él tenía miedo, había mucho en juego y a mí me encantaban las imposibilidades. Sumergirme en absurdas fantasías y pensar que quizás un día…

Mientras él acusaba recibo de los propósitos de la niña no tan niña desde aquel lugar tan correcto, con tan poco compromiso, tan inimputable, me daba cuenta que había llegado lejos y ya era suficiente porque caía en la cuenta de que lo fácil me desencantaba rápidamente, entonces la atracción se debía a la complicación de ser correspondida.

Tenía que olvidarlo, aunque lo quimérico pudiera mutar a asequible había que dar un paso al costado, no había ningún posible final feliz en cuentos que claramente no eran de hadas.