Giro en falso
Caigo
En rededor vira
Veo sin ver
Borroso
Dudoso
Indistinto
Me reincorporo
Y ya no veo como casi siempre
Suerte de inversión
Reveladora
Propia
Nimio letargo
Vaivén
Al eterno miedo
La coherencia busca su antónimo
Estudia con delicadeza
Alternativas
Ambiguas
martes, 8 de noviembre de 2011
Play
No entiende que la llevó a reincidir
Juega el mismo juego de siempre
Y sin embargo una y otra vez retrocede casilleros
No aprende las reglas
Nunca gana porque no arriesga
El desconcierto de su rival la incita a seguir
Él conoce la derrota
Ella la evita, pero cede victorias inmerecidas
Zigzaguea su anatomía tan soñada
Él la estudia con detenimiento
Y ella se disfraza de indiferencia
Prolongan la partida en vano
Él hace trampa
Y ella finge desentendimiento
Saben que el “the end” está próximo,
Pero barajan sus últimas cartas una vez más
Ella ilusionada
Él por inercia
Justo antes de perder
Ella patea el tablero…
Y gana.
Juega el mismo juego de siempre
Y sin embargo una y otra vez retrocede casilleros
No aprende las reglas
Nunca gana porque no arriesga
El desconcierto de su rival la incita a seguir
Él conoce la derrota
Ella la evita, pero cede victorias inmerecidas
Zigzaguea su anatomía tan soñada
Él la estudia con detenimiento
Y ella se disfraza de indiferencia
Prolongan la partida en vano
Él hace trampa
Y ella finge desentendimiento
Saben que el “the end” está próximo,
Pero barajan sus últimas cartas una vez más
Ella ilusionada
Él por inercia
Justo antes de perder
Ella patea el tablero…
Y gana.
Final
Retrasaba los relojes.
Exigía prórroga al almanaque.
Atrancaba persianas para evitar que la luz del sol se colara anunciando el nuevo día.
Buscaba retenerlo en aquella habitación sin tiempo.
Sin más brújula que un reloj de arena que procuraba voltear antes de que derramara su último puñado.
Dilataba la despedida anunciada.
Él tenía el pasaje que lo llevaría a cruzar el océano Atlántico.
Ella pretendía retenerlo en un presente difuso.
Él partía en busca de un futuro prometedor.
Un día cualquiera de Enero ella, al fin, abrió de par en par las ventanas de aquella roída morada.
El alba se filtró por doquier.
Él empacó su maleta repleta de soberbias ambiciones…
Y partió con y sin ella…
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