lunes, 16 de enero de 2012

Fin

Y entonces…
Él no oyó o no expliqué lo suficiente.
Gritó, reprochó, golpeó paredes y pateó el almohadón que yo había forrado con tela de color rojo chillón.
Tomé mi bolso marrón imitación berreta de Louis Vuitton y me dirigí a la puerta.
No me detuvo.
El estallido de nuestro mejor retrato contra el adoquinado tras salir volando por la ventana no me conmovió.

Creo que nunca me entendió del todo.

Cambios

Rifá culpas
Alquilá presente sin recuerdo, dos ambientes
Me gusta tener espacio
Ajustá el reloj al tic-tac del cambio

Y sonreí
Así
Te sienta tan bien
Tan tan tan