lunes, 29 de agosto de 2011

Era de los que leía los manuales y se ajustaba a los lineamientos impuestos.
Restaba esperar, ya se aburriría.

martes, 9 de agosto de 2011


Amaneció echa un bollito de mil colores en un rincón de la cama. Llevaba puesta una remera de Alicia en el País de las Maravillas dos talles más grandes que el suyo y unas medias de un rojo chillón, el pelo almendrado hecho una maraña manchaba toda la impoluta sábana color marfil sobre la cual había soñado el mismo sueño cada noche.

Otra vez el bullicioso escándalo matinal había esfumado su mundo paralelo, aquel que se alojaba al otro lado de la vigilia y en el que a ella tanto le gustaba instalarse, sin pasaje preciso de regreso a lo cotidiano.


Asimétricos

Ella- A vos te falta potencial.
Él- Claro. Te ignoré sin tenerlo, imaginate si lo tendría.
Ella- Si lo tendrías ya me hubieras besado.
Si buscas molestarme vas por el camino incorrecto. 
Él- No es el punto. Si eso no me interesó antes no veo porque ahora…
Ella- Ahora si.
Él- Lo que no fue ya no será nunca.
Ella- Hablo de un beso, de sexo, nadie ha planteado algo profundo.
Él- ¿Qué puede saber alguien cómo vos de profundidad? Vos sabrás de rencor, pero de profundidad, exagerando, sólo sabes el significado que plasma la RAE.
Repito: No es el punto.
Ella- Yo soy los otros dos puntos, con el tuyo, el suspenso.
Él- Falacia cómica el auto-proclamarse enigma de una fosa de obviedades. No te describas a favor de la venganza pintarrajeada de mina sexy, porque te anclas entre lo patético y la dramaturgia mediocre. Sos triste Cata. Mirate, tenés las herramientas, pero no naciste con la capacidad para emplearlas. Y eso no se compra con una pasaje a otro sitio en busca de quién no te ha querido ni lo hará, con la intención de cambiar una historia que te inventaste y aires de mujer fatal e irremediable reflejo de gata en celo, lastimada y resentidísima.
No debiste buscarme. Ni en esta vida ni en ninguna otra. No alcanzaste a comprender que te gané la partida incluso antes de jugarla. No hubo ni habrá competencia con alguien incompetente.
Ok, es cierto me calentás, pero sos vos, ¿entendés? Me dan ganas, en este preciso momento, de tirarte sobre la cama, secarte las lagrimas que cayeron sobre tus mejillas y tener días enteros de sexo ininterrumpido, pero después no hay después, ¿por qué? Porque sos vos Cata. Una simple calentura pasajera, nada particular ni irreemplazable, nada capaz de interponer, a largo plazo, en mis pensamientos tu figura, tu par de tetas tan pero tan firmes y probablemente igual de suaves y perfumadas que tiempo atrás, bien bien atrás, tan tan tan atrás que es imposible que me alcance alguna puta vez. Me das pena, pero seguís siendo vos y…
Ella- (De sus ojos caen rodando por sus sonrojadas mejillas un caudal sin fin de lágrimas, se la ve débil y, sin embargo, su belleza se alza soberbia justo a cinco pasos de él) ¡No! No sigo siendo la Catalina que conociste, cambié, sos vos el que no cambió en nada y…
Él- (Riendo burlonamente) Claro, estás tan tan tan cambiada, que te sigo doliendo con la misma intensidad que hace tiempo, el mismo tiempo que vos crees haber empleado para hoy poder estar frente a mí escuchando esto que te digo de manera imperturbable, pedante, indiferente.
(Pasan algunos segundos) Joaco deja de reír, se acerca a Catalina y queda a unos diez centímetros de ella, la contempla seriamente, le seca las lágrimas y la abraza, dulcemente. Ella inerte se deja abrazar sin ningún ademán que evite el acto. Llora todavía más y él la abraza firmemente mientras al oído le dice <vamos Cata no me llores tontita, shshshs, no me gusta verte así, pero tenía que decirlo, tenía que estar seguro de aniquilar cualquier diminuta esperanza que estuviera ovillando esas ganas tan grandes que te dan de hacerme sentir lo que vos… así como de que en algún momento, tarde o temprano, abandone todo intento de resistencia contra mi hombría a flor de piel y te arroje a la cama para hacerte eso que ya sabes cuán bien hago y, cuán mal la pasas al caer en la cuenta de antemano que después de aquello la nada misma se materializará a fuerza de que vos seguís siendo la misma, más linda, eso si>.