Años postergando soluciones de problemas serios.
Convenciéndome que con él tenía la relación que más se
parecía a lo que alguna vez había soñado. Pero no.
Me había aburrido esperando que se ocupara de revertir
aquello que irremediablemente conduciría a un final sin perdices felices.
Yo quería más y él ya había dado todo.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar