También sabía que no era cierto que el tiempo cura todo, había aprendido que el paso del tiempo permite resignarnos a la idea de que aquellas personas antes tan presentes ya no volverán a sostenernos en cada tropiezo. Ahora contra el abismo habría que desplegar el paracaída en la más absoluta soledad.
Había atravesado por esta especie de tristeza infinita, desgano, resignación y obligado perfil bajo cientos de veces, lo cual me permitía conocer de antemano que saldría victoriosa una vez más del agujero.
...
Se vienen tiempos duros y no hago nada para mejorar la perspectiva, ando sin fuerza, resistiendo por inercia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario